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Hacia una nueva carrera judicial electoral

Hacia una nueva carrera judicial electoral[1]

Felipe de la Mata Pizaña y Daniela Arellano

La profesionalización judicial es la vía para entender cómo salvaguardar el derecho de acceso a la justicia de la ciudadanía. De esta manera, la Carrera Judicial —en este caso en materia electoral—, resulta un componente indispensable dentro de los tribunales, y es momento de replantearla.

¿Qué retos enfrenta la carrera judicial electoral?

Diversas integraciones del TEPJF han dictado acuerdos generales de carácter regulatorio sobre la Carrera Judicial: el 21 de octubre del 2021, la Sala Superior instaló la Comisión de Fortalecimiento[2] con la finalidad de fortalecer y modernizar la impartición de justicia en beneficio de la ciudadanía.

Desde el Tribunal Electoral enfrentamos el reto que implica una nueva carrera judicial: desde las formas de ingreso hasta la promoción, evaluación de desempeño, formación, permanencia y separación de los servidores públicos para asegurar una preparación constante en su ejercicio profesional y personalizado respecto de su función, incluyendo a las magistraturas electorales.

El paradigma es la Reforma 2021 con una Carrera Judicial dirigida a las personas funcionarias públicas del Poder Judicial que brinda nuevas oportunidades de ingreso, promoción y desarrollo.

Con la experiencia acumulada hasta el momento, es importante considerar la inclusión de nuevos cargos a la carrera judicial e implementarse sistemas de certificación y promoción que conformen un Sistema Nacional de Carrera Judicial Electoral que represente un incentivo en la habilitación de las servidoras y los servidores públicos.

Por ejemplo, comenzar desde los cargos iniciales (técnico operativo, oficial de servicios, profesional operativo), hasta los de mayor jerarquía (secretario auxiliar, secretario de apoyo, secretario instructor), estableciendo requisitos de ingreso y promoción, atendiendo al principio de proporcionalidad.

Pensar, inclusive, un Sistema Nacional de Carrera Judicial Electoral que estandarice los procesos de profesionalización de cada uno de los tribunales locales y, en su caso, permita replantear fórmulas de certificación al desempeño ético de las y los funcionarios que laboran en dichos órganos jurisdiccionales.

Es decir, una carrera judicial principalmente basada en méritos e igualdad de oportunidades.

Por otro lado, es fundamental integrar a las magistraturas regionales electorales a una carrera judicial estable y privilegiar la preparación constante para el desempeño profesional y personalizado respecto de su función.

Esto podría deducirse en la posibilidad de que la judicatura de las Salas Regionales del TEPJF pueda aspirar a una magistratura de tribunal colegiado o de apelación, al concluir su periodo, lo que garantizaría su profesionalización e independencia.

Una Escuela Judicial Electoral para una nueva carrera judicial electoral

Otro aspecto por mejorar es la Escuela Judicial Electoral, toda vez que el contexto digital nos ha alcanzado y, entre otras cuestiones, las juezas y los jueces tenemos que actualizar la oferta académica interna del TEPJF.

La justicia electoral se ha adaptado a los formatos y plataformas digitales: durante el 2020, la EJE capacitó a 300 mil personas y en 2021 realizó 540 actividades académicas, beneficiando a 98,268 personas, lo que demuestra que cada vez hay más ciudadanía interesada en entender el derecho electoral[3].

Los programas escolarizados y virtuales, las actividades académicas, los convenios de colaboración, las convocatorias para maestrías y doctorados, y la habilitación en el Sistema de Carrera Judicial han fortalecido y consolidado la profesionalización de las personas interesadas en la materia.

Sin embargo, y a pesar de esos resultados, debemos reflexionar la oferta académica interna, evolucionar y ampliar nuestro ámbito de derechos humanos, control de constitucionalidad, derecho procesal y, sobre todo, las posibilidades de establecer cursos de soft skills[4]para el personal; habilidades que mejoren tanto profesional como personalmente la comunicación, capacidad de análisis y resolución de conflictos de las y los funcionarios públicos.

Hacer una Escuela no solo con vocación de formación al exterior, sino sustancialmente llamada a administrar una Carrera Judicial Electoral efectiva.

La tarea es fortalecer y repensar la estructura de la Escuela, tomando en consideración la experiencia de las magistraturas en retiro, como ejercicio constructivo de la labor jurisdiccional y académica, lo que permitirá una mayor retroalimentación en nuestras actividades de docencia.

Conclusiones

Visto lo anterior, y en el marco de la Comisión de Fortalecimiento Institucional, debemos plantearnos, previo a las reformas legislativas que pudieran derivarse, una modificación al reglamento y a los lineamientos de la carrera judicial electoral.

Y, por supuesto, poner en la mesa de la Reforma electoral venidera la creación de una sustancial carrera judicial electoral en la que se incluyan todos los cargos, incluyendo las magistraturas.

[1] Este artículo está basado en la conferencia "Características y retos de la nueva #CarreraJudicial", la cual la puedes encontrar en el siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=_YXi08rft64

[2] Constituida mediante Acuerdo General de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación 02/2021, relativo a la creación de la Comisión de Fortalecimiento del TEPJF. Consultable en: https://www.te.gob.mx/comision_fortalecimiento/front/que_es/pdf/1/6

[3] De enero al 31 de diciembre de 2021, la EJE tuvo un total de 224,181 personas beneficiadas por sus actividades.

[4] También conocidos como habilidades blandas, son cualidades relacionadas con la escucha activa, el trabajo en equipo, la creatividad, la resiliencia o la capacidad de aprendizaje.